Que es ser progre hoy?
Búsqueda de equidad? Reducción de pobreza? Igualdad de oportunidades?
Seguramente se puede encontrar algún consenso en torno a dichas respuestas independiente de la visión política.
Donde estamos hoy con las políticas y resultados tras 12 años de Kirchnerismo progre?
1. Tenemos uno de los sistemas tributarios menos progresistas del mundo. La falta de ajuste por inflación implica que un empleado que gana 10.000 pesos por mes esta practicamente con la misma alícuota del Impuesto a las Ganancias que uno que gana 1 millón de pesos.
2. La magro ajuste en los mínimos no imponibles de bienes personales implica igualmente que la clase media es gravada crecientemente por este impuesto a la riqueza.
3. El rezago en el ajuste de asignaciones universales, jubilaciones y otros beneficios sociales en relación a la inflación implica una perdida de ingresos reales significativa.
4. Lo mismo ocurre con los salarios reales que en el ultimo periodo vienen perdiendo frente a la inflación, particularmente la inflación del Congreso o las provincias.
5. La inflación ciertamente no actúa como un igualador de oportunidades sociales. A los informales los deja expuestos a la buena de Dios, sobre todo en una economía en recesión y con la ilusión monetaria que la alta inflación implica en el contexto actual.
6. La pobreza ha disminuido sin duda durante el periodo que gobierno de Nestor Kirchner pero desde el relajamiento de las políticas macroecónomicas en 2007-8, la inflación ha carcomido crecientemente el bolsillo de los mas vulnerables y la tendencia creciente de la pobreza se ha vuelto a instalar en la realidad presente.
Algunos argumentaran con razón que el proceso macroeconómico actual es el resultado de años de expansión y crecimiento del empleo. Varios países de la región han alcanzado indicadores similares de crecimiento y crecimiento del empleo pero al cuidar los balances macroeconómicos básicos han logrado controlar el efecto destructivo de la inflación a la vez que han permitido canalizar una parte más importante del ahorro doméstico a inversión productiva en lugar de promover la salida de capitales. Ello ha contribuido a situaciones de crecimiento sostenible sin restricción externa severa como la de la Argentina. El ajuste macroecónomico actual vía aumentos de tasas de interés, devaluación y ajustes parciales de tarifas es claramente insuficiente para afrontar la problemática fiscal que causa en última instancia la inflación. Y ciertamente al esquivar los temas fiscales o tratarlos parcialmente terminan haciendo más costoso el proceso de ajuste.
Asmismo, las políticas populistas de redistribución de ingreso a través de tarifas de energía y transporte subsidiadas y subsidios implícitos a los alimentos a través de retenciones a las exportaciones son responsables de la magra inversión en los pilares de crecimiento (energía y transporte) a la vez que han ocasionado atrasos importantes en la inversión de los sectores más dinámicos de la Argentina como ser agricultura y minería. Ello no es más que otra expresión del pan para hoy hambre para mañana que termina caracterizando el enfoque populista y que al final echa por tierra las metas progre que en la retórica promueve.
El camino hacia adelante es complejo. Y las medidas que ha tomado el Gobierno de normalizar la situación con los acreedores van por buen camino (más allá de las incertidumbres y dificultades que acarrean el arreglo con los fondos buitres). Pero en ausencia de un plan integral de crecimiento con equidad con reformas fiscales y estructurales que generen verdadera igualdad de oportunidades y ataquen de raíz el flagelo inflacionario que castiga principalmente a los pobres, el camino progre estará minado de mentiras que no hacen mas que confundir a la población que al final a tarvés del voto no hace más que replicar el modelo falso progre populista.
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